miércoles, 24 de mayo de 2017

EL ENCANTO DEL GUARDACAMINO

Esta región costeña es una de las áreas guatemaltecas en donde los cuentos populares de todo tipo perviven con extraordinaria proliferación. Así entre los cuentos maravillosos en Masagua se narra el encanto del guardacamino que narra  que en el pueblo había un hombre que estaba muy enamorado de una muchacha que no le hacía caso. Una noche del día de San Juan salió a los cañaverales cercanos a la población se sentó se quitó el pañuelo de la cabeza y lo puso frente a él; entonces apareció un pajarito que cantaba muy triste y que se llama guardacamino y que grita “tan triste como ánima en pena” como dicen en la Democracia y San Vicente Pacaya.  Entonces el pajarito cantando y llorando caminó sobre el pañuelo y empezó “a lanzar un baile raro”.  El hombre se asustó pero agarró el pañuelo y a partir de ese momento las mujeres lo perseguían, “le caían como moscas”,  el siempre llevaba el pañuelo amarrado al cuello o en el mango de machete y las mujeres lo buscaban siempre.  


PITÍO

Por su parte en el municipio de San José está muy arraigado el cuento del Pitío o como le llaman en la Gomera. “de la Flor del Aguilar”. Que trata de un rey que se enfermó y mandó a sus hijos en busca de una flor maravillosa la Flor del Aguilar que lo curaría. Los tres hijos salieron a buscarla, pero fracasaron a excepción del más pequeño que fue muerto por sus hermanos y enterrado en un cañaveral en Escuintla. El rey se recuperó pero un “pitío” o flauta de caña le advirtió al soberano que sus hijos mayores habían asesinado al más pequeño.
Entonces se llenó de congoja, castigo a los hijos mayores y  Dios le permitió que su hijo menor resucitara y gobernara al pueblo de Masagua con toda justicia.  Cuantos de esta naturaleza aparecen en Iztapa Guanagazapa y Nueva Concepción.
Abundan en grado sumo los cuentos de animales como Tío Conejo V tío Coyote y de otros animales como la taltuza, tacuacines, caballos y toros  “maravillosos revestidos de oro que cuidan el encanto de los cerros y las tomas de agua”.  En Escuintla viven con profesión los cuentos de bandidos maravillosos como Pedro Urdemales como se le llama en Escuintla. Pedro Ardimales en Tiquisate. Pedro Tecomate en Palín y Pedro el malo en Guanagazapa los cuentos religiosos son muy apreciados en Escuintla. 

LEYENDAS ANIMÍSTICAS
En cuanto a las leyendas abundan las animísticas; en particular, es famoso el Sombrerón, pero aún más el Cadejo que es muy conocido en Escuintla, la Gomera y Masagua. Narran que este es un perro negro y lanudo que cuida a los borrachos en los potreros, los cañaverales, los patios de café y cerca de las vías férreas. En Tiquisate se cuenta que el Cadejo no permite que se queden tirados en la línea de tren, así que los arrastra para que no les pase el tren encima.
La Siguanaba es un personaje de extraordinaria vigencia en todo el departamento como Iztapa y San José. En Escuintla por su propio desarrollo económico los aparecidos y ánimas en pena se han adaptado a las nuevas condiciones. Así en la Democracia se asegura que la Siguanaba “es una mujer con cara de caballo que se le sube a uno en la moto cuando va para la costa y lo saca del camino”, o en Siquinalá, en donde los conductores de furgones se quejan que una mujer vestida blanco se les sube en las rectas y los hace meterse entre las cañas. También cuentan que en los carretones que transportan la caña, aparecen los tzipitíos que se chupan el jugo de las cañas cortadas y éstas se “shuquean” por eso en Tiquisate todos los carretones llevan trapos rojos para ahuyentarlos.
En Escuintla se dice que las golondrinas que todas las tardes inundan los árboles de los parques y los alambres del tendido eléctrico, no son más que las almas de los abuelos que vienen de visita para ver cómo se están portando sus gentes. Por eso es que hay tantas golondrinas en las palmeras de la ciudad.


LEYENDA DE JUAN MACHETE (ENTRE ESCUINTLA Y SANTA ROSA - GUATEMALA)

Considerada como una de las leyendas más conocidas de la Costa de la república de Guatemala. Cuenta la vida del hombre que quería ser el más poderoso de la región, su nombre era Juan Francisco Ortiz, amo y señor de las tierras. Este señor hizo un pacto con el diablo en el cual le entregaba su mujer e hijos, a cambio de mucho dinero, ganado y más tierras.
El diablo le dijo a Juan que agarrara un sapo y una gallina, a los cuales debería coserle los ojos y enterrarlos vivos un Viernes Santo a las doce de la noche, en un lugar apartado, luego debería invocarlo de alma y corazón. Juan cumplió con lo encomendado.
Pasando varios días, el hombre se dio cuenta que los negocios prosperaban. Una madrugada se levantó temprano, y al ensillar su caballo divisó un imponente toro negro, con los cuatro cascos y los dos cachos blancos. Pasó este hecho desapercibido y se fue a trabajar como de costumbre.
En la tarde regresó de la faena y observó que el toro todavía se encontraba merodeando la casa. Pensó ¿será de algún vecino? Al otro día lo despertó el alboroto causado por los animales, se imaginó que la causa podía ser el toro negro. Trató de sacarlo de su territorio, pero esto no fue posible porque ningún rejo aguanto. Cansado y preocupado con el extraño incidente se acostó, pero a las doce de la noche fue despertado por un imponente bramido. Al llegar al potrero se dio cuenta que miles de reces pastaban de un lado a otro. Su riqueza aumentó cada vez más.
Dice la leyenda que durante muchos años fue el hombre más rico de la región. Hasta que un día misteriosamente empezó a desaparecer el ganado y a disminuir su fortuna hasta quedar en la miseria. Se dice que Juan Machete después de cumplir su pacto con el diablo, arrepentido enterró todo la riqueza que le quedaba y desapareció en las entrañas del bosque. Cuenta la leyenda que en las tierras deambula un hombre miserable y arrepentido buscando la fortuna que alguna vez tuvo.

CHIMIL SA´ (ESCUINTLA - GUATEMALA)

En Escuintla se dice que durante las tardes, las golondrinas inundan los árboles de los parques y los alambres del tendido eléctrico, no son más que las almas de los abuelos que "vienen de visita para ver como se están portando sus gentes". Por eso es que hay tantas golondrinas en las palmeras de la ciudad.
En Palín los contadores de historias o Aj Q'ijj llaman chimil sa' o excremento de estrellas, a unas estrellitas que antes "cuando no existía la maldad, bajaban a la tierra y al chocar se convertían en monedas de plata, pero cuando apareció el mal dejaron de volverse "bambas de plata" y se convirtieron en gusanos". Se cuenta también que a las cuatro de la mañana se aparecen cuatro estrellas (Cruz Chimil), que son las que guían a los cortadores de caña que bajan de Palín a los ingenios de Escuintla a trabajar los cañaverales.


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